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La falta de sueño podría relacionarse con la obesidad infantil
Un estudio halla que más del 30 por ciento de los niños que no descansan lo suficiente por las noches ganan demasiado de peso
Los bebés y los preescolares que no duermen lo suficiente de noche están en mayor riesgo de obesidad infantil posteriormente en la vida, según sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores también encontraron que las siestas diurnas no son un sustituto adecuado del sueño perdido por la noche en términos de prevención de la obesidad.
En el estudio participaron 1,930 niños estadounidenses desde un mes de nacido a 13 años de edad y se dividieron en dos grupos, los más jóvenes (de un mes a 59 meses) y los mayores (de 5 a 13 años). Los datos sobre los niños se recopilaron al comienzo del estudio (punto de partida) en 1997 y de nuevo en 2002 (seguimiento)
Durante el seguimiento, el 33 pro ciento de los niños pequeños y el 36 por ciento de los niños mayores tenían sobrepeso o eran obesos. Entre los niños pequeños, dormir poco por la noche al inicio del estudio se relacionó con un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad posterior.
Entre los niños mayores, la cantidad de sueño al inicio del estudio no se relacionó con el peso durante el seguimiento. Sin embargo, la falta de sueño por la noche durante el seguimiento se relacionó con un mayor riesgo de pasar de un peso normal al sobrepeso y del sobrepeso a la obesidad, halló el estudio.
Los hallazgos "sugieren que existe una ventana crítica antes de los 5 años cuando las horas dormidas durante la noche quizá sean importantes para la aparición posterior de la obesidad", escribió Janice F. Bell, de la Universidad de Washington en Seattle, y Frederick J. Zimmerman, de la Universidad de California en Los Ángeles.
"La duración del sueño es un factor de riesgo que se puede modificar y que tiene implicaciones potencialmente importantes para la prevención y tratamiento de la obesidad", concluyeron los autores. "El sueño insuficiente entre los bebés y preescolares parece ser un factor de riesgo permanente para la obesidad posterior, en tanto que el sueño contemporáneo parece ser importante para el estado del peso en los adolescentes. Dormir la siesta no tuvo ningún efecto sobre el desarrollo de la obesidad y no es un sustituto del sueño nocturno suficiente", agregaron.
El estudio aparece en la edición de septiembre de la publicación Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.
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